Punto de partida:
En ING se iniciaba una nueva etapa para el desarrollo de innovación en el banco, donde se quería apostar por una sistemática diferente a la habitual, que permitiera a la organización equilibrar el desarrollo de innovación a corto plazo con iniciativas de mayor recorrido. Me contactaron con el objetivo de formar parte del equipo de innovación y ayudar en el diseño de la gobernanza y sistemática de la innovación en el banco.
¿Qué hicimos?
Creamos una colaboración de un año de duración para desarrollar un portfolio de proyectos en el que implicar a toda la organización en su definición, desarrollo e implementación. Un proyecto de creación de innovación y de afianzamiento de la cultura de innovación
El cliente
ING
El equipo:
Miembro del equipo 1
Miembro del equipo 2
Miembro del equipo 3
Resultados
96 ideas de innovación, de las cuáles se eligieron 14 para el desarrollo posterior.
Creación de sistema de gobernanza de innovación.
Formación en metodologías a diversas áreas y colectivos.
Claves del éxito:
Trabajar en innovación supone estar abierto al cambio y a la adaptación constante. Durante un año tuvimos que gestionar los habituales cambios que viven las organizaciones en el día a día. La flexibilidad mostrada por todo el equipo fue clave para ir adaptando el plan a la realidad sin variar los objetivos marcados.
Aprendizajes
Las colaboraciones a largo plazo con entidades pueden suponer el riesgo de que uno acabe no aportando valor por mimetizarse con el entorno y dejar de ser un elemento retador. Es importante no olvidar que el valor que uno aporta es precisamente ése: ser una nota discordante que muchas veces no entra en normalizaciones o rutinas y cuestiona el modus operandi de las cosas. Con respeto, amabilidad y obsesión por la excelencia en la ejecución se pueden cambiar muchas cosas en muy poco tiempo.